Los dinosaurios se animaron a todo ¿Menos al agua? Encuentran claves en el interior de los huesos
Se trata de un método para predecir con rigor estadístico si habrían sido terrestres o acuáticos. El trabajo que incluye el estudio de huesos fósiles de cientos de especies de todo el mundo, fue publicado en la prestigiosa revista Nature por un equipo internacional de investigadores del que forma parte el paleontólogo argentino Diego Pol (CONICET-MEF).
En todos los grandes grupos de animales hay linajes que en algún momento de su historia evolutiva se adaptaron a la vida acuática. “Hay una enorme cantidad de ejemplos, en mamíferos con las ballenas, delfines, focas, castores, hipopótamos; también en reptiles, como en tortugas marinas o víboras acuáticas; o en aves, con pingüinos, o los patos. Sin embargo, en términos evolutivos, los dinosaurios se animaron a todo menos a meterse en el agua”, explica Diego. “Durante los casi 180 millones de años de existencia en el planeta, los dinosaurios no avianos dominaron el mundo evolucionando en todas las formas y tamaños, pero siempre en tierra. Sólo un grupo, los espinosauridos, habrían logrado formas acuáticas. En esta investigación, por primera vez logramos tener más certezas al respecto”.
Los especialistas han debatido durante décadas sobre la posibilidad de que dentro de este grupo hubiera especies parcial o totalmente acuáticas, sobre todo por la dificultad de encontrar adaptaciones anatómicas que de forma indiscutida indiquen este tipo de hábitat. Entonces, ¿dé qué manera se podría saber con mayor certeza si un animal vivió en el agua o no? “Los animales acuáticos actuales tienen una densidad ósea mayor para regular la flotabilidad. Es algo así como el cinturón de lastre que se colocan los buceadores para no flotar tanto” detalla y explica, “Usando este enfoque, medimos la densidad ósea de los huesos fósiles de cientos de especies, varios de ellos depositados en la colección del mef, y encontramos un método para predecir con rigor estadístico si un animal era acuático o terrestre”.
Los investigadores encontraron que en la evolución de los espinosauridos hay un aumento de la densidad ósea que aparece antes que las modificaciones anatómicas vinculadas a los hábitos acuáticos, un patrón que también se observa en otros reptiles y mamíferos con este modo de vida. “Aquí confirmamos que efectivamente hay especies dentro de este grupo que permanecían en el agua, buceando o nadando. Pero más allá de corroborar lo que por mucho tiempo estuvo en debate, este trabajo nos brinda una herramienta para trabajar en nuevos descubrimientos, permitiendo a partir del tejido óseo, predecir qué tipo de hábitos podría haber tenido una especie extinta”, finaliza Diego.
Publicación científica: Matteo Fabbri, et al. Subaqueous foraging among carnivorous dinosaurs. Nature (2022)