La historia de Tehuelchesaurus: Radiación, piel y huesos
Tehuelchesaurus benitezii es un dinosaurio herbívoro de unos 15 metros de largo y unas 10 toneladas que vivió a finales del Periodo Jurásico hace aproximadamente 157 millones de años. Cuando fue descubierto en la década del 90, más allá de los huesos fosilizados de esta nueva especie, algo aún más trascendental llamó la atención a los especialistas: las impresiones de la piel. Este descubrimiento sería una oportunidad única para conocer cómo era el aspecto externo de los dinosaurios.
Hablamos con Pablo Puerta (técnico Mef) para que nos contara todos los detalles de su particular descubrimiento. “En diciembre de 1994 hicimos una pre-gira con Raúl Vaca (en ese entonces técnico Mef) con las indicaciones del Aldo Benítez, el director de la CNEA-Comisión Nacional de Energía Atómica, quien descubrió algunos huesos con un contador geiger (instrumento para medir la radioactividad) debido a una falla de Uranio muy grande en la zona.
Al principio no parecía algo muy interesante, pero igualmente organizamos una serie de campañas para la extracción. Ahí sumamos un equipo grande de personas y logramos sacar a nuestro primer dinosaurio para el Mef.
¡Resultó en una hallazgo muy importante! ya que fue el primer saurópodo del mundo que tenía impresiones de la piel en diferentes partes del cuerpo”, comenta. Con esta nueva información, los especialistas pudieron determinar que había diferentes patrones de escamas a lo largo del cuerpo.
“El dinosaurio estaba articulado metido en la roca y le falta el cuello y la cola. Pero además del dinosaurio otro punto importante es que nos encontramos con la biota que estaba en ese antiguo lago. Hay piñas, helechos, incluso con cutícula preservada”
“Tehuelchesaurus tiene bastante Uranio en su mineral de reemplazo (Carnotita), y por esto, cuando lo almacenamos en el museo, desde la CNEA nos mandaron una serie de aparatos que leen el Radón (gas que se desprende por la descomposición natural del Uranio). Este gas si se acumula en gran cantidad, es tóxico. Así que más de un año tuvimos que tener esos medidores de Radón en la Colección del Mef para ver si era seguro trabajar allí. La presencia de este mineral hacía que nosotros, durante los trabajos de extracción, tuviéramos que trabajar en el campo con barbijos e ir a bañarnos al río Chubut todos los días porque si nos quedaba ese polvillo corríamos el riesgo de enfermarnos por silicosis radioactiva”, finaliza Pablo.
Luego de casi 3 años de preparación por parte del equipo técnico, en los laboratorios del Mef, este nuevo dinosaurio fue dado a conocer por la comunidad científica en el año 1999. Posteriormente se realizaron investigaciones específicas sobre la piel en el 2000 y su osteología y relaciones filogenéticas en el año 2011.
¿Un dato más? El nombre Tehuelchesaurus significa lagarto tehuelche y el nombre de la especie, benitezii, es en honor a Aldo Benítez, el descubridor de la especie.