A finales de la Era Paleozoica, gran parte de nuestro planeta estuvo cubierto por grandes extensiones de hielo. Un grupo multidisciplinario de investigadores de varios países, de los cuales participa una investigadora del CONICET-MEF, sumó nueva información para reconstruir la distribución de los glaciares en el pasado a partir de isótopos radioactivos. El trabajo fue publicado recientemente en la revista Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology.
A lo largo de toda la historia geológica, la Tierra ha experimentado numerosas eras de hielo de manera cíclica, de las cuales la última se inició hace 110.000 años: La Era de Hielo del Periodo Cuaternario, popularmente conocida por la película infantil “La Era de Hielo”.
Las Eras de hielo se caracterizan por tener períodos glaciares, es decir, períodos fríos, interrumpidos por períodos interglaciares, donde las temperaturas aumentan, aunque en general hay un enfriamiento global. Estos cambios climáticos tienen un profundo impacto sobre los seres vivos y la geología, y gracias al registro que ha quedado plasmado en nuestro planeta, es posible conocer qué ocurrió hace millones de años.
Entre los 350 y 250 millones de años, a finales de la Era Paleozoica, se produjo un enfriamiento del clima terrestre y la mayor parte del hemisferio sur estuvo cubierto por grandes extensiones de capas de hielo. “En el hemisferio sur existía un solo supercontinente denominado Gondwana, formado por los actuales América del Sur, Antártida, Australia y África. Su posición más austral que la actual y su gran masa continental, que impedían el efecto moderador climático del océano, hicieron que tengamos un mayor registro de estas glaciaciones”, comenta la Dra. Alejandra Pagani (CONICET-MEF), quien formó parte del equipo de investigación.
¿Pero cómo era la distribución de estos glaciares? Investigadores de todo el mundo buscan la respuesta a esta pregunta desde hace algunos años. “La hipótesis original es que había una sola gran capa de hielo sobre Gondwana que avanzaba o se retraía durante este ciclo. Sin embargo, la evidencia geológica que se ha reunido en estos últimos años nos indica que no sería uno, sino varios centros glaciares que habrían afectado distintas regiones durante ese periodo. En este trabajo, lo que buscamos es determinar la edad y distribución de esas glaciaciones”, detalla Alejandra.
¿Cómo es posible hacerlo? Los científicos pueden conocer con bastante precisión la antigüedad de un determinado evento a partir de isótopos radioactivos, es decir, átomos con un núcleo inestable que en determinado tiempo cambian a una forma más estable. Estos átomos pueden cambiar su forma en algunos minutos, cientos de años o tardar cientos de millones de años, según su naturaleza.
Para determinar las edades de estos centros de glaciación ocurridos hace más de 250 millones de años, el equipo de investigadores buscó en yacimientos de Sudáfrica, Brasil y Argentina, la presencia de isótopos de Uranio-Plomo en zircón, un mineral que permite dataciones muy precisas. “Estos isótopos nos permiten saber no sólo los límites temporales, sino de dónde vienen las depositaciones glaciares”, comenta Alejandra y agrega; “uno de los puntos donde trabajamos en Patagonia es la cuenca de Tepuel Genoa (Chubut) porque nos brinda un registro contínuo de ese momento”.
“La investigación nos muestra una variación dinámica en las capas de hielo a través de toda la historia glaciar, vemos varios centros glaciares que se van moviendo y que además no son coetáneos en todos los lugares. En Patagonia, en particular, observamos que estas épocas frías terminan antes que en los otros puntos de Gondwana. Esto es interesante porque refuerza la hipótesis de que Patagonia habría tenido una posición paleogeográfica distinta al resto de Gondwana”, explica.
“Este tipo de estudios, en los que sumamos información a partir de edades y procedencia de material, nos permite corroborar o no lo que vemos desde la geología y además nos ayuda a comprender de qué forma responden los ecosistemas a este tipo de glaciaciones. Entender los cambios los cambios climáticos en el pasado, nos permiten extrapolar estos resultados a las variaciones climáticas que ocurren en la actualidad“, finaliza Alejandra
El trabajo de investigación, liderado por el Dr. Neil P. Griffits (University of California, Estados Unidos), estuvo integrado por Isabel P. Montañes, Matthew E. Sanborn, Magda Huyskens, Josh Wimpenny, Qing-Zhu Yin (University of California, Estados Unidos), Nicholas Fedorchuk , John Isbell, Erik Gulbranson (University of Wisconsin, Estados Unidos), Roland Mundil (Berkeley Geochronology Center, Estados Unidos), Luiz Weinshultz (Universidade Federal do Paraná, Brasil), Roberto Iannuzzi (Universidade Federal Río Grande do Sul, Brasil), Arturo Taboada (CONICET-CIEMEP, UNPSJB, Argentina), Alejandra Pagani (CONICET-MEF) y Bastien Linol (Nelson Mandela Metropolitan University, Sudáfrica).