enero 2016

El dinosaurio más grande del mundo: De chubut a Nueva York

Una réplica del titanosaurio descubierto en Chubut, pasa a formar parte de la exhibición permanente del American Museum of Natural History de Nueva York, uno de los museos de ciencias naturales más importantes del mundo.

El 14 de Enero de 2016 Ellen Futter, presidente del American Museum of Natural History de Nueva York, presentó ante la comunidad científica y los medios de prensa internacionales el dinosaurio más grande encontrado hasta ahora, que pasará a formar parte de la exhibición permanente de dicho Museo.

El Museo Paleontológico “Egidio Feruglio” de Trelew, la Institución científica a cargo de la extracción, investigación y reconstrucción de este gran dinosaurio, estuvo presente en el acto inaugural en Nueva York. Participaron del mismo su Director, Dr. Rubén Cúneo (MEF­-CONICET); el Presidente de la Fundación Egidio Feruglio, Enrique Korn; el Jefe del Departamento Científico, Dr. Diego Pol (MEF­CONICET); y el Jefe del Departamento de Exhibiciones, Maximiliano Iberlucea (MEF-­CONICET).

En la ciudad de Trelew, este gigante ha sido reconstruido en el Predio Ferial, donde fue anfitrión de eventos realizados en el marco de los 150 años de la Gesta Galesa. Próximamente podrá ser visitado por el público en ese mismo lugar.

Reconstrucción titánica

Reconstruir este gigante no fue tarea sencilla: los esqueletos hallados en el campo estaban desarticulados, mezclados, e incluso, pese a que se encontró una gran cantidad de huesos, muchas partes no se preservaron. Por eso, la tarea comenzó en los laboratorios del MEF, con la limpieza y acondicionamiento de los fósiles, para su posterior identificación.

El trabajo de reconstrucción de un nuevo ejemplar es un verdadero desafío, que para mantener el rigor científico requiere de una intensa colaboración entre los investigadores y los técnicos.

Para hacer una reconstrucción completa a tamaño real, se realizan réplicas de los huesos originales; este es un método que se aplica a todos los montajes. Para este caso en particular, parte del trabajo se realizó manualmente, una de las tareas que se realizan en uno de los laboratorios del Museo, y otras piezas utilizando tecnología 3D.

La empresa canadiense Research Casting International (Ontario), que cuenta con la última tecnología en reproducciones 3D y se especializa en recreaciones naturales, se encargó de la tarea. La primera parte del proceso, el escaneo de los huesos encontrados, se realizó en el MEF. El uso de estas nuevas tecnologías permite reconstruir las partes dañadas o alteradas por el proceso de fosilización, y recrear los huesos no hallados.

La reconstrucción con réplicas permite preservar los restos originales y lograr montajes, sumamente livianos y en postura de vida. Este trabajo en conjunto, dio como fruto los esqueletos completos que ya se encuentran armados en Trelew y en Nueva York.

Radiografía de un gigante

Restos fósiles de siete colosales dinosaurios fueron encontrados en La Flecha, una estancia de la Provincia del Chubut (Patagonia, Argentina) ubicada a unos 260 kilómetros hacia el sudoeste de Trelew

Los fósiles indican que se trata de una nueva especie de titanosaurio, perteneciente al grupo de los dinosaurios saurópodos, herbívoros cuadrúpedos de cuello largo que alcanzaron grandes dimensiones. Este gigante, de 40 metros de largo y 20 metros de altura, vivió hace unos 101,6 millones de años, durante el Cretácico Superior, y se estima que llegó a pesar alrededor de 70 toneladas. “Es como dos camiones con acoplado, uno detrás de otro, y el peso equivalente a más de 14 elefantes africanos juntos”, dice José Luis Carballido, especialista en dinosaurios del MEF y a cargo del estudio de estos ejemplares.

Lo que torna al hallazgo un hecho trascendental para la ciencia a nivel mundial no sólo es el tamaño de los restos, sino también la perfecta conservación de los mismos y la abundancia de piezas colectadas: más de 220 fósiles, de los que el primero en descubrirse fue un fémur de 2,4 metros de longitud (el más largo encontrado en el mundo hasta el momento).

Esta especie está siendo estudiada y aún no ha sido publicada en revistas científicas; por este motivo no tiene todavía un nombre científico formal.

Un​ verdadero ​tesoro paleontológico

El tipo de ambiente en el cual fueron hallados los fósiles, indicaría que se trataba de una planicie de inundación de un río. Probablemente, al acercarse los dinosaurios para beber, algunos de ellos quedaban atrapados en el barro y morían en el lugar. Otra posible hipótesis es que estos animales hayan “elegido” esa planicie para ir a morir, de manera similar a los actuales cementerios de elefantes.

En el sitio del hallazgo también se encontraron más de 60 dientes de dinosaurios carnívoros similares a Tyrannotitan chubutensis, que probablemente frecuentaban el lugar para carroñar sobre los restos de los herbívoros.

Los fósiles de plantas hallados, incluyendo grandes troncos e improntas de hojas, revelan un paisaje patagónico muy diferente al actual. Las muestras recogidas indican que hace unos 100 millones de años había enormes árboles con sotobosques (estratos más bajos) ricos en plantas angiospermas (con flores) en pleno proceso de diversificación.

Toda esta información en su conjunto permite reconstruir no sólo cómo era la fauna y de qué manera pudieron haber muerto los animales encontrados, sino también cómo era ambiente en general.

El estudio científico es realizado por especialistas en distintas áreas de la paleontología y la geología. Encabezado por los Dres. Carballido y Diego Pol (MEF­ CONICET),equipo está integrado por los Dres. Leonardo Salgado e Ignacio Cerda (Universidad Nacional de General Roca­ CONICET), Alejandro Otero (Universidad Nacional de La Plata­ CONICET), Alberto Garrido (Museo Olsacher de Zapala ­CONICET), Juan Ignacio Canale (Museo Paleontológico del Chocón ­CONICET), José Ignacio Canudo (Universidad de Zaragoza), Martin Umazano (Universidad Nacional de la Pampa­ CONICET) y Marcelo Krause (MEF-­CONICET).

< Volver a prensa