Un paleontólogo del MEF forma parte del reciente descubrimiento realizado entre investigadores argentinos y sudafricanos que resalta la importancia de ambos territorios en el origen y diversificación de los saurópodos.
Sefapanosaurus zastronensis, como se lo bautizó por la particularidad del hueso de su tobillo en forma de cruz, perteneció al grupo de sauropodomorfos basales, herbívoros bípedos de cuello largo y cabeza pequeña,antepasados de los saurópodos, los grandes dinosaurios cuadrúpedos de cuello largo.
En 1930, en el distrito de Zastron (Sudáfrica), fue extraída una parte del pie izquierdo y varias piezas de la columna vertebral y las extremidades de un dinosaurio que fue catalogado inicialmente como un sauropodomorfo primitivo.
Este nuevo estudio determinó que los fósiles corresponden en realidad a un nuevo género intermedio entre los sauropodomorfos bípedos y los saurópodos cuadrúpedos, alimentando la hipótesis de que entre Argentina y Sudáfrica se habría dado el origen de los estos últimos.
Cabe recordar que a principios del periodo Jurásico, cuando vivió el Sefapanosaurus, América del Sur y África estaban unidas formando parte del supercontintente Gondwana.
Según el paleontólogo Diego Pol (CONICET-MEF) lo interesante de estudiar dinosaurios de este grupo es comprender cómo lograron ser los primeros en habitar en todos los continentes del planeta, conquistando todos los ecosistemas continentales terrestres.
Este estudio, publicado en la revista Zoological Journal of the Linnean Society, se realizó en el marco de un proyecto de CONICET de CooperaciónInternacional con Sudáfrica, con el objeto de estudiar los dinosaurios que vivieron en esas regiones hace unos 210-190 millones de años atrás.